Tuesday, April 17, 2012

La Iglesia católica india demanda por blasfemia al descubridor del truco de un Cristo del que manaba agua


2012 ABRIL 16
tags: blasfemia, fraudes, milagros, Sanal Edamaruku

por Luis Alfonso Gámez
La Iglesia católica india ha denunciado al activista escéptico Sanal Edamaruku como autor de un delito de blasfemia por haber acusado a la jerarquía local de estar implicada en el fraude milagrero de un Cristo sangrante. Creyentes a los que se enfrentó en un debate hace unas semanas en el canal TV-9 amenazaron con demandarle por blasfemo si no se retractaba de sus acusaciones y, el martes pasado, la Policía de Bombay le comunicó por teléfono que había sido denunciado.

Edamaruku, presidente de la Asociación Racionalista India, viajó el 10 de marzo a Bombay para investigar por encargo de TV-9 el presunto milagro de un Cristo crucificado uno de cuyos pies goteaba agua. Cientos de feligreses acudían cada día hasta la iglesia de Nuestra Señora de Velankanni, en un subsurbio de Bombay, para rezar ante la estatua y recoger el agua que manaba de ella. El investigador descubrió, como era de esperar, que todo era un fraude. “En pocos minutos, identificó claramente la fuente del agua (una fuga de un baño cercano) y la forma en que llegaba hasta un pie de Jesús (por capilaridad). Las autoridades eclesiásticas locales, presentes durante la investigación, no parecían nada contentas”, se explica en la web de la International Racionalista.

Poco después, Edamaruku mantuvo un acalorado debate televisivo con cinco representantes de la Iglesia católica india, incluido Augustine Palett, párroco de Nuestra Señora de Velankanni, el templo junto al que está la estatua. Este sacerdote y miembros de la Asociación de Católicos Preocupados (AOCC) le exigieron, en un momento dado, que se retractara de las acusaciones de complicidad en el engaño por parte de la Iglesia local, que se había volcado en la publicidad del milagro y había mandado a los medios de fotos que supuestamente lo certificaban. El racionalista indio no lo hizo y ahora se enfrenta a varias demandas por blasfemia.

“Pueden detenerme en cualquier momento. Se han registrado denuncias contra mí en varias comisarías de Bombay, y la Policía ya ha anunciado que va a arrestarme”, ha indicado Edamaruku en un mensaje de correo electrónico dirigido a Richard Dawkins, en el que añade que sólo estaba haciendo ejercicio del derecho fundamental a la libre investigación, consagrado en la Constitución india. “No es nuevo que los obispos traten de sentenciar a sus oponentes a la hoguera cuando se les acaban los argumentos. El caso de Giordano Bruno es un buen ejemplo de ello. Pero, por más que lo intenten, no podrán detenerme en la defensa de la razón, la ciencia y los hechos históricos. Y no estoy solo. La libertad de expresión está bajo ataque ¡y la vamos a defender!”, ha añadido.

La International Racionalista ha abierto un Fondo para la Defensa de Sanal Edamaruku, que les animó a apoyar, así como a difundir este vergonzoso caso de ataque contra la libertad de crítica.

Legislación antiblasfemia, también en España

El artículo 295 del Código Penal indio, al que se han acogido los denunciantes, castiga con prisión a quien ofenda los sentimientos religiosos de otros y forma parte de la abundante legislación antiblasfemia que todavía hay en el mundo, España incluida. En nuestro país, el artículo 525.1 del Código Penal dice que “incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican”. Esta anacrónica norma ha servido a la plataforma integrista HazteOír para denunciar al cantautor Javier Krahe por un cortometraje rodado en 1978 en el que se enseña “cómo cocinar un Cristo”.

Legislaciones antiblasfemia como la india y la española pretenden convertir las creencias religiosas en intocables, inmunes a la crítica, algo impropio de cualquier sociedad democrática. Blasfemar es un derecho; no un pecado ni un delito. Como dice Michael DeDora, director del Center for Inquiry (CfI) en Nueva York, los librepensadores debemos oponernos activamente a este tipo de leyes y presionar a los Gobiernos democráticos para que sean derogadas. Silenciar a las personas para proteger las ideas es medieval, es poner la libertad en manos de los credos. La crítica y la burla de todas las ideas -las nuestras, las primeras- es un derecho al que la sociedad no debe renunciar.

“Las leyes contra la blasfemia y la crítica de las prácticas y dogmas religiosos han tenido a menudo un impacto negativo sobre el progreso social y científico. Esta situación empezó a cambiar con la Ilustración”, dictaminó en junio de 2006 el Consejo de Europa, integrado por 46 países y 800 millones de europeos, para el que la libertad de expresión “no debe restringirse más para responder a la creciente sensibilidad de algunos grupos religiosos”, como sucede en India y España, entre otros países.

Le dejo con el acalorado debate entre los defensores de la Iglesia católica india y Sanal Edamaruku:
http://www.youtube.com/watch?v=TfJ6_ftih0s


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